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domingo, 18 de octubre de 2015

Las intermitencias de la muerte



¿Y SI RECIBIÉRAMOS UNA CARTA DE LA MUERTE?
Por Africa Fuentes Garrido
Perito Calígrafo Judicial


La muerte es uno de los temas que más ha preocupado y preocupa al ser humano, será por el desconocimiento de qué habrá después, por el temor al sufrimiento que la precede en algunas ocasiones, por el miedo a separarnos de nuestros seres queridos, hay tantas incógnitas que la rodean que sería interminable ahondar en ellas y aún más complicado el dar una explicación.
La muerte se nos presenta de diferentes maneras, a veces de forma súbita, otras paulatina, abriendo el camino con la aparición de alguna enfermedad que conduce inescrutablemente a ella, pero ¿qué pasaría si la muerte dejase de trabajar, si dejásemos de morir, si nuestro sino nos arrastrara a una vejez sempiterna?. ¿Qué supondría para el ser humano vivir eternamente analizado desde diferentes puntos de vista: moral, filosófico, pragmático, social?.


Éste es el argumento de una de las obras del Premio Nobel de literatura José Saramago, en su novela titulada Las intermitencias de la muerte (Alfaguara, 2005); la muerte decide interrumpir su trabajo y tras una primera situación de exaltación y alegría general se da paso al desconcierto y la frustración.
Uno de los pasajes más chocantes, insólitos y geniales de la novela, es aquél en el que la muerte, se dirige al director general de la televisión nacional, a través de una carta manuscrita, para informar a la humanidad, de que a partir de la recepción de la misma: “se reincorpora a su puesto de trabajo con las consecuencias que ello implica”.

La vuelta al puesto de trabajo de cualquiera de nosotros, tras un lapso de tiempo, es algo normal y rutinario, pero en el caso de la muerte resulta paradójico, es algo que nos negamos a aceptar aunque sepamos a ciencia cierta que es inevitable y necesario.

Nadie quiere creer que la autora de la misiva sea la susodicha pero todos los periódicos se hacen eco de la noticia e incluso uno de ellos se atreve a publicar la carta. Es tal el interés que despierta que un grafólogo realiza un estudio detallado y minucioso de dicha carta basado en mediciones rigurosas y análisis de los rasgos de la escritura, entre otros aspectos, el orden espacial, la dimensión, la presión, la forma, la orientación, la cohesión y la firma. No tiene ningún desperdicio el informe del grafólogo concentrado en evidentes muestras relacionadas con el foro criminológico que iba revelando, así como tampoco el análisis de la firma de la muerte, realizada en minúsculas y no en mayúsculas como algún periódico publicó por error, lo que provocó un considerable enojo por parte de la muerte.
No creo oportuno dar más detalles de lo que acontece en la novela, ni entrar en un análisis del estilo o de la estructura narrativa de la misma, os invito a disfrutar de la obra de Saramago que nos aporta lo necesario para reflexionar sobre la muerte y sobre la sociedad actual, a través de una crítica irónica y repleta de humor que llega a su punto más álgido mediante el curioso estudio grafológico de dicha carta.

¿El ser humano estaría capacitado para vivir sin la presencia de la muerte?


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Biografía de José Saramago
"Nací en una familia de campesinos sin tierras, en Azinhaga, una pequeña población situada en la provincia de Ribatejo, en el margen derecho del río Almonda, a unos cien kilómetros al nordeste de Lisboa. Mis padres se llamaban José de Sousa y Maria da Piedade. José de Sousa habría sido mi nombre si el funcionario del Registro Civil, por iniciativa propia, no lo hubiese añadido el apodo por el que mi padre era conocido en la aldea: Saramago. (Cabe esclarecer que saramago es una planta herbácea espontánea, cuyas hojas, en aquellos tiempos, en épocas de carencia servían como alimento en la cocina de los pobres)"
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Manuscrito de José Saramago



Africa Fuentes
Reflejos de escritura