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domingo, 28 de junio de 2015

Las letras reflejas

Cuando observamos una escritura con la intención de analizarla desde una perspectiva grafológica, nos fijamos tanto en el aspecto global como en el análisis de sus partes, vemos la impresión global y cómo influye ésta en las características grafonómicas, orden, dimensión, presión, forma,  inclinación, velocidad, orientación, cohesión, continuidad, gestos tipo y firma. La firma y el texto deben estudiarse en conjunto puesto que si no se hiciera de esta forma la información que obtendríamos sería sesgada.
La interpretación de los gestos gráficos debe realizarse en función del conjunto del texto en tanto que los excesos o defectos gráficos pueden ser compensados por otros signos equilibrando de esta manera la personalidad. Asimismo, es necesario analizar el impulso de la letra, el trazo, como manifestación de la energía vital de la persona, y es muy importante tener en cuenta el simbolismo del espacio gráfico así como la dirección de los movimientos: hacia la izquierda, derecha,  arriba, y  abajo.
 En la visión más detallada no podemos dejar de prestar atención a determinadas letras que tienen un significado especial según su simbolismo, pues cada persona puede realizar una misma letra de diferentes formas. Se trata de las Letras Reflejas, letras dotadas de gran expresividad y que hemos de valorar teniendo en cuenta el conjunto gráfico y las características grafológicas de la escritura a analizar.

Las letras que más información nos van a aportar sobre la personalidad del escribiente son la i, la t, la g, la d, la M, la r y la s.
      La letra “i” minúscula nos va a hablar de la capacidad de atención de la persona, de la precisión con que se llevan a cabo las tareas, y de la tendencia al idealismo.
      La letra “t” minúscula nos muestra en su trazo vertical la capacidad de reafirmarse, y en la barra horizontal la voluntad y la determinación con que se llevan a cabo las actividades. Nos manifiesta también la iniciativa y las cualidades para ser líder.
      La letra “g” minúscula refleja cómo se mueve la persona en el mundo material e instintivo. Representa la fuerza y la canalización de la líbido, la sensualidad, la energía psíquica, y los impulsos instintivos que se relacionan en esta letra con la expresión de la sexualidad.
      La letra “d” minúscula representa la creatividad, la fantasía, la imaginación y la originalidad en las ideas. También tiene relación con la orientación espiritual de la persona.
      La letra “M” mayúscula, a través del sentido simbólico de sus tres montes, nos va hablar de la autoestima y el autoconcepto de la persona en relación al yo íntimo, social y familiar.
      La letra “r” minúscula, con sus diferentes versiones nos indicará cómo encauzamos y canalizamos la energía de forma práctica, así como nuestro grado de iniciativa y de persistencia.
      La letra “s” minúscula es la letra de la conciencia, del escrúpulo moral y del amor propio.
Analizando las diferentes características de estas letras, como los trazos iniciales y finales, la dimensión, la presión, la forma, la continuidad, entre otras características, obtendremos una información valiosa para el análisis de la escritura objeto de estudio, en relación al simbolismo de cada una de ellas.
Para su correcta interpretación grafopsicológica tendremos en cuenta si el texto se considera con un ambiente positivo o negativo, es decir, si mantiene una armonía global entre todos sus elementos o no.  Tendremos en cuenta diferentes aspectos para el análisis e interpretación como son “movimiento”, “espacio” y “forma” de ejecución de los diferentes trazos y las características del grafismo que hemos ido descubriendo en el proceso de Grafoanálisis.
En el siguiente artículo vamos a estudiar la letra “i” y a desarrollar el significado de los diferentes géneros gráficos con ejemplos ilustrativos. Entre otras cosas “vamos a poner los puntos sobre las íes”,  este refrán al igual que otros muchos del acervo popular tiene su razón de ser, siempre se ha utilizado para mostrar la meticulosidad de una persona al realizar una actividad o  el interés por aclarar los hechos, de ahí que la interpretación de la letra “i” va ligada a la precisión, la capacidad de la persona relacionada con su atención y concentración.


África Fuentes
Concha Pérez
Reflejos de escritura